Las Eritrodermias

Autores/as

  • Juan Guillermo Chalela Hospital Militar Central

Resumen

Una de las causas más frecuentes de consulta hospitalaria son las eritrodermias o dermatitis exfoliativa generalizada, las cuales siempre significan un reto para los dermatólogos, quienes deben manejar estas entidades, y de las cuales no se han descrito muchas cosas en lo que se relaciona con sus causas, tratamiento y sobrevida de estos pacientes, a su vez que siempre presentan numerosas complicaciones, a veces difíciles de entender y otras tantas de tratar. Nos hemos propuesto hacer una revisión del tema, teniendo en cuenta nuestra experiencia en este campo, con el fin de dar algunas pautas en el estudio y tratamiento de estos casos.

Las eritrodermias, también llamadas dermatitis exfoliativa1, constituyen un grupo de situaciones que llevan a que un individuo presente un cuadro de eritema generalizado, que compromete más del 80% de la superficie corporal y que se acompaña de descamación, fisuras, prurito, alopecia, daño ungueal, lesiones en mu­cosas e islas de piel sana, con compromiso severo, en la mayoría de los casos, de su estado general que lo puede llevar a complicaciones pasajeras o permanentes y hasta la muerte, teniendo en cuenta que la mayoría de los casos se presentan en pacientes mayores de 60 años.2

Las eritrodermias se consideran, en la mayoría de los libros de texto, una entidad independiente, y aunque puede, en un momento dado, ser un cuadro que se presenta en forma abrupta, en una gran cantidad de casos, tal vez la mayoría de ellas se deben a situaciones asociadas que conviene dividirlas en grupos tales como: exacerbación de dermatosis preexistentes, reacciones a drogas, linfomas cutáneos de células T, paraneoplasias, misceláneas entre las que estarían las eritrodermias ictiosiformes, el síndrome de Netherton y el de Canarian y, por último las idiopáticas, en las cuales no habría enfermedades previas ni historia familiar de dermatitis atópica, demostradas por clínica, dermatopatología e inmunohistoquímica.3 Otra situación importante es la supervivencia de estos pacientes, la cual puede estar en algunos casos comprometida, por lo que algunos autores han llamado la eritrodermia como benigna o maligna cuando, en este último caso, es parte de los linfomas el síndrome de Sézary o la leucemia cutis.1 En los llamados casos benignos se considera que la supervivencia es igual a la de la población en general.

Biografía del autor/a

Juan Guillermo Chalela, Hospital Militar Central

Jefe de Dermatología Universidad El Bosque, Profesor Emérito Hospital Militar Central, Santafé de Bogotá, D.C.

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Cómo citar

1.
Chalela JG. Las Eritrodermias. rev. asoc. colomb. dermatol. cir. dematol. [Internet]. 1 de noviembre de 1999 [citado 23 de abril de 2024];7(3):188-91. Disponible en: https://revista.asocolderma.org.co/index.php/asocolderma/article/view/782

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Publicado

1999-11-01

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1.
Chalela JG. Las Eritrodermias. rev. asoc. colomb. dermatol. cir. dematol. [Internet]. 1 de noviembre de 1999 [citado 23 de abril de 2024];7(3):188-91. Disponible en: https://revista.asocolderma.org.co/index.php/asocolderma/article/view/782

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